En el lugar donde ahora se encuentra la Plaza de Santa María, en tiempos pasados se alzaba un imponente castillo medieval que dominaba la zona más elevada de la ciudad. Hoy en día, solo quedan algunos vestigios de esa fortificación, entre los cuales destaca el espectacular aljibe almohade.
Este aljibe fue construido para satisfacer las necesidades de agua de la guarnición musulmana durante un asedio. Presenta una planta rectangular dividida en tres naves, las cuales están cubiertas con bóvedas de cañón construidas con ladrillo. Estas naves están separadas entre sí por dos alquerías dobles que se apoyan en gruesas columnas reutilizadas de la época romana. En estas columnas se pueden apreciar inscripciones legibles que ofrecen valiosa información sobre su origen y uso.
IMP. CAESARI AVGVSTO DIVI F.
PONTIFICI. MAX. TRIB.
POTEST
XIIX. COS. XI. PATRI PATRIAE.
D. D.
«Dedicada al emperador César Augusto hijo del divino Julio pontífice máximo, siendo la potestad tribunicia la décimo octava vez y cónsul la oncena vez Padre de la Patria por decreto de los Decuriones» (MARTÍNEZ RAMOS, 1965, 83)
Q. MARIO.Q.F.HISPANO.
PATRI. DD.
«A su padre Quinto Mario Hispano, hijo de Quinto. Dio y dedicó»
En la primera nave del aljibe, se puede apreciar un pequeño vano rectangular que originalmente servía como entrada a su interior. Sin embargo, en la actualidad este acceso se encuentra bloqueado con ladrillos. En la segunda nave, aún se conserva un atanor de barro que formaba parte de una de las canalizaciones utilizadas para llevar agua al interior del aljibe.